Un pisito muy coqueto pero que mostraba toda la intimidad de sus propietarios. Despersonalizarla y ordenarla fue la clave.
Ficha del proyecto
¿De dónde partimos?
El reto aquí lo encontramos en que los propietarios vivían en la casa mientras se llevaba a cabo el proceso de la venta. Les explicamos lo que íbamos a hacer y les invitamos a que participaran del proceso.
¿Qué hemos hecho?
Retiramos todos los objetos personales, desplazamos parte del mobiliario en el salón para facilitar la movilidad en las visitas y decoramos con elementos sencillos.
¿Cuál es el resultado?
Conseguimos mostrar una vivienda moderna, luminosa y perfecta para entrar a vivir sin necesidad de ninguna reforma.
- Vendido en un día.